A Veiga presenta su Faba Loba en Xantar.
photo_cameraFaba Loba.
Francisco J. Gil – la región - 24/ene./20
Además de su valor como regenerador del suelo, la faba forma parte de la gastronomía gallega desde que llegó de América.
Primero fueron Ponteceso y Lourenzá. Ahora le llega el turno a las fabas de A Veiga, en el extremo oriental y más montañoso de Galicia. La Faba Loba recupera una tradición que en el pasado formaba parte de la economía de subsistencia de una Galicia mucho más densamente poblada en su rural. Incluso en la montaña. Además de su valor como regenerador del suelo, la faba o habichuela aporta numerosos nutrientes y forma parte de la gastronomía gallega desde que llegó de América. La variedad de las habichelas de Trevinca es Phaseolus coccineus, de un tamaño que las hace muy apropiadas para el acompañamiento en cocidos o para la elaboración de platos con crustáceos, como la centolla, moluscos como las almejas o con sabores tan opuestos como los que aportan la carne de jabalí o la de corzo.
En gallego existe un pequeño problema a la hora de definir lo que es faba y lo que es haba. La primera, no es la denominación gallega de la segunda. Faba y feixón, fríjol en México, alubia, judía o habichuela en castellano, pertenecen al género Phaseolus. Las habas, verdes, del género Vicia son originarias de la cuenca del Mediterráneo oriental. Las fabas siempre tuvieron mucho más peso en la gastronomía gallega que las habas.