Árboles a la carta para preparar Galicia ante el cambio climático
Un proyecto europeo estudia la adaptación de distintas especies a las posibles condiciones climáticas futuras.
Árboles a la carta para preparar Galicia ante el cambio climático Mónica P.Vilar / Senén Rouco / Nuria F.
Mónica P. Villar
Redacción / La Voz 02/12/2017 05:00 h
Galicia es tierra de robles, de pinos, de castaños. Pero ¿y si el cambio climático alterase las condiciones de nuestra comunidad? ¿Seguirían sintiéndose cómodas estas especies o nos volveríamos un lugar más propicio para otras? Es una de las cuestiones que trata de dilucidar el proyecto europeo Reinfforce en el que participa el Centro de Investigación Forestal de Lourizán. «Se trata de buscar respuesta al efecto del cambio climático sobre nuestras masas forestales y lo estamos haciendo gracias a una red formada por centros de investigación de doce países europeos» explica Francisco Javier Silva, Jefe del Departamento de Ecosistemas Forestales del CIF Lourizán.
Para lograrlo se han creado 38 arboretos que funcionan como lugares de experimentación. Se reparten por toda la franja atlántica. El situado más al norte es el de la isla escocesa de Mull. El punto más al sur está en Azores. En cada uno de ellos se han plantado 32 especies diferentes de árboles, con tres procedencias distintas para cada una. «Tenemos especies de Europa occidental y oriental, especímenes asiáticos y africanos y también árboles propios de Norteamérica» explica Silva.
Una vez plantados hay que tomar todo tipo de datos sobre su adaptación al lugar donde se les ha instalado. Se mide la supervivencia, el crecimiento, la fenología y también las patologías, es decir, el tipo de plagas o enfermedades que atacan a cada tipo de árbol. Con los datos recogidos a lo largo de toda la red es posible detectar qué especies y procedencias se ajustan mejor a cada característica climática. «Así, si en el futuro aumentan o descienden las precipitaciones o las temperaturas tendremos una serie de escenarios con los que compararnos para buscar el más parecido a nuestras nuevas condiciones», comentan desde Lourizán. «Solo tendríamos que ver qué especies han funcionado mejor en ellos y usarlas para repoblar nuestros montes».
En Galicia se han instalado tres arboretos. Uno está en el propio centro pontevedrés de Lourizán. También se ha preparado una segunda parcela en Porto do Son y otra en A Pobra de Brollón. En total, en nuestra comunidad se han plantado el 8,7 % de los árboles que forman parte del proyecto.
¿Hay ya algún resultado? Todavía es pronto, aunque en Galicia ya se ve que especies como la betula pendula (un abedul típico de Centroeuropa) se adaptan muy bien, mientras que otras como el algarrobo, típico del área mediterránea, son poco aptos para nuestro clima. Las verdaderas conclusiones surgirán cuando se crucen los datos de los centros participantes. «Ahí radicará la importancia de este proyecto, pues nos permitirá saber qué especies alternativas podemos plantar a medio y largo plazo para hacer frente al cambio climático y seguir manteniendo nuestra productividad forestal», remata Silva.