Tor, el perro que guió el rescate de su dueño de 85 años en Becerreá.
N.N. EL PROGRESO - 04 abril 2020 21:36 h.
Imagen de Tor, el pastor alemán que ejerció de héroe. EP
Este pastor alemán condujo a los integrantes del Ges por caminos y prados hasta llevarlos al lugar donde se encontraba el vecino del que no se separó en toda una jornada
También hay historias que terminan con un final feliz, y aún así nos atraviesan, nos conmueven, nos hacen vernos en otros ojos.
Marta Carballo vio esos ojos el viernes por la noche, cuando participaba, junto a su compañero del Ges de Becerreá, Víctor Vázquez, en el operativo de búsqueda puesto en marcha para localizar a Álvaro, un vecino de 85 años desaparecido desde esa mañana en la parroquia becerrense de Vilachá.
Después de recorrer prados y caminos, en un momento de parada pudo distinguirlos tras un matorral, tal y como ella contaba este sábado, aún emocionada. "Non sabía se era un lobo", indica. Pero tuvo el pálpito de ponerle a esos ojos el nombre que sabía que tenía el perro que vivía en la casa del vecino que buscaban, Tor. En cuanto lo pronunció, esa mirada corrió hacia ella.
"¡Lévame onde está Álvaro, Tor!". Eso fue lo que Marta que le dijo al pastor alemán. Y este empezó a recorrer otros tantos prados y caminos hasta que por fin pudieron encontrar al octogenario sano y salvo y llevarlo de vuelta a casa tras una revisión médica en la que no se le halló nada más que señales de estar desorientado.
"O animalín non quería deixar ao señor só, e non o tería feito de non aparecermos. Así son os animais, ás veces máis humanos cás persoas", piensa. Esos ojos traspasaron a Marta, a su compañero, a los sobrinos con los que vive Álvaro, y tal vez lleguen aún más lejos. En la tremenda tragedia que estamos viviendo, desgarradora para las personas más mayores, esa insistencia y persistencia de Tor parece erigirse como un símbolo de ese cuidado radical que tanto necesitamos para no abandonar a nadie. Así lo vio Marta Carballo, que reconoció en esa mirada "todo o que podemos aprender dun animal, dun can".
UNA JORNADA LARGA. La familia de este vecino de 85 años lo estuvo buscando todo el día, y al ver que no aparecía, a las 21.30 horas denunció su desaparición en el cuartel de la Guardia Civil en Becerreá, desde donde dieron también la alerta al Grupo de Emerxencia Supramunicipal (Ges).
El operativo de búsqueda se volcó en encontrar a este vecino, pero la ayuda del pastor alemán fue clave en el buen final. "A familia tamén o buscou, pero o can non debía querer separarse moito del", explica Marta. "De feito, o sitio onde o atopamos tiña un acceso difícil. Do contrario, penso que Tor o tería levado de volta a casa el só", indica.
La desorientación de este vecino parece no haberse debido a la situación del estado de alarma, pero aún así a Marta le desgarra pensar en toda la confusión que esta crisis puede generar en las personas mayores que viven solas. Algunas, piensa, tienen en sus perros la única compañía. Una compañía, eso sí, incondicional