Adif sabía en 2018 que el AVE aún estaría en obras en 2020.
photo_cameraEn la boca Este de los túneles de O Cañizo faltan todavía balasto, traviesas y trabajos de electrificación. Es uno de los puntos más atrasados.
FRANCISCO J. GIL. OURENSE - 26/dic./19
Contratos de hace año y medio ya contradecían el plazo fijado por De la Serna y Ábalos
n n n 2019 cerrará su calendario sin que se cumpla el compromiso defendido por Íñigo de la Serna, dos meses después de tomar posesión como ministro de Fomento, en las primeras semanas de 2017. El sucesor de Ana Pastor aseguraba que existía un cronograma elaborado por los técnicos del Adif en el que se podría fijar el horizonte de diciembre de 2019 para que, finalizada la obra, pudieran comenzar las pruebas en el tramo Pedralba-Ourense. Tan seguro estaba de ello, que en algún momento de la primavera siguiente llegó a ratificarse asegurando que en diciembre de 2019 podría llegar a la estación de Ourense un tren en pruebas.
Su sucesor, José Luis Ábalos, quien anunció que no se pronunciaría sobre la fecha de finalización de las obras hasta que hubiese auditado la situación, confirmó el plazo de su predecesor en octubre de 2018, después de poner al frente de los asuntos del Adif a las dos personas que más de cerca conocían la situación de la infraestructura: Isabel Pardo de Vera y Juan Pablo Villanueva, dos ingenieros que trabajaron en la línea de alta velocidad gallega desde prácticamente sus comienzos, en el tramo entre Ourense y Santiago.
Sin embargo, los miembros del consejo de administración del Adif supieron el 30 de julio de 2018 que el plazo de finalización de las obras en diciembre de 2019 era técnicamente imposible. Un contrato tan vital para la conclusión de la infraestructura como es su electrificación iniciaba su tramitación final.
Documento clave
El consejo acuerda en esa fecha las aprobaciones del expediente de contratación, de los pliegos, del gasto y de la apertura del procedimiento de adjudicación del proyecto constructivo de las instalaciones de línea aérea de contacto y sistemas asociados del tramo Pedralba-Taboadela-Ourense, de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Galicia (Expediente 3.18/20830.0278). Por el pliego de cláusulas administrativas, uno de los documentos que se aprueba ese día, los miembros del consejo saben a ciencia cierta que un 40 por ciento de ese trabajo no estará terminado hasta 2020, porque así lo documenta dicho pliego.
Ese contrato sale a licitación en agosto de 2018. Pese a esa información, que ya obra en poder de los técnicos del Adif porque son ellos mismos quienes fijan los plazos (22 meses) para la ejecución del contrato , el 3 de octubre de 2018, Ábalos asegura en Galicia no solo que la infraestructura estará terminada en 2019, sino también que en 2020 se pondrán a la venta los primeros billetes para un tren que acortará hasta las dos horas y cuarto el tiempo de viaje entre Ourense y Madrid.
Causas del retraso
La electrificación no es la única causa del retraso, pero sí una de las que manifiestamente descartaban toda posibilidad de cumplimiento del plazo prometido hace ya año y medio. Hay otra que afecta a un soporte vital para el desarrollo de todos los trabajos pendientes, como es el montaje de la vía y se refiere a la tramitación de las obras de ejecución de las bases de montaje en la provincia de Ourense: Meamán y Vilavella. En ambos casos, se trabajó con plazos muy ajustados: Vilavella, con once meses de ejecución, se adjudicó en febrero, por lo que ya resultaría imposible que estuviese terminada antes de finalizar 2019.
Ni un metro de vía
Pese a las promesas de De la Serna de un tren llegando en pruebas en 2019 en los próximos nueve días que faltan para que concluya el año no solo no llegará en este tiempo ningún tren en pruebas a la estación de Ourense, sino que todavía no se habrá colocado ni un solo metro de vía en todo el tramo ourensano de alta velocidad, entre La Canda y Taboadela. Habrá que esperar a las primeras semanas de enero para que desde la base de montaje de Meamán, situada muy cerca de la pequeña localidad del mismo nombre, dentro del término municipal de Baños de Molgas, se comiencen a tender los rieles de la vía entre ese punto, en un puesto de adelantamiento y estacionamiento de trenes (PAET) y Taboadela. El retraso en el inicio de las obras en esta base, que fue adjudicada en noviembre de 2018 y tenía que estar concluida en julio, causó un efecto dominó que provocó un retraso generalizado en el resto de las piezas necesarias para que a estas alturas ya estuviese la vía colocada entre Taboadela y Campobecerros.
Entre Campobecerros y La Canda la situación es mucho peor. A la base de montaje le faltan meses para su finalización, lo que hará imposible que comience desde allí el tendido del carril entre Vilavella y Campobecerros en dirección Ourense y entre Vilavella y Pedralba de la Pradería, en dirección a Zamora.
Eese no es el único impedimento en este tramo de la montaña ourensana: no está colocada la placa en todos los túneles, allí donde la vía va sobre una base de traviesas bibloque sustentadas por una placa de hormigón, ni tampoco todo el lecho de balasto en el resto del trazado, y hay subtramos en los que todavía no se han colocado las traviesas. Cierto que su colocación ya no urge si no van a asentar las vías sobre esa base de traviesas al menos de manera inminente, pero da una idea de que el retraso anunciado no es una demora de días o semanas.n